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Sahara occidental: la última colonia en África

El Sahara Occidental se encuentra situado en el noroeste de África con una extensión territorial de 285000 km2. Sus fronteras lindan con Marruecos, Argelia y Mauritania y su costa de más de 1500 kilómetros está bañada por el Océano Atlántico.

Los Sanhajas, un pueblo antecesor  de lo que luego serían los bérberos, emigraron desde el norte del continente hacia el noreste, expulsando hacia el sur a toda la población que vivía en el Sahara Occidental. Ocuparon todo el territorio durante mil años.

El Islam llegó para los habitantes del Sahara en el siglo VIII,  aunque no se consolido hasta el siglo XI gracias a Abdul-la ibn Yazin, que al mando de las tropas almorávides llevó acabo la invasión del norte de África hasta llegar a Al-Ándalus.

En el siglo XIII, los Beni Hassan, un pueblo árabe beduino procedente de Yemen, ocupó el Sahara Occidental. Junto a los Sanhajas acabaron  fusionándose después de muchos enfrentamientos. A partir de esta fusión de pueblos surgió lo que hoy llamamos el pueblo Saharaui.

En 1984 España reclamó la región situada entre el Cabo Bojador y el Cabo Blanco durante la conferencia de Berlín. Posteriormente, España fue recortando regiones del Sahara a través de acuerdos con Francia, principal colonizador del norte de África, entre los años 1900 y 1912. Debido a la resistencia de los Saharauis, el control del territorio no se hizo efectivo  por los Españoles hasta muchos años después. En 1934 los líderes tribales firmaron con los colonizadores  un acuerdo  amistoso que les permitió controlar el Sahara. La ocupación administrativa Española tuvo lugar en 1936.

Antes de la llegada de los españoles, los habitantes del Sahara tenían unas instituciones que desempeñaban la administración del poder. La Yema o asamblea de notables desempeñaba las funciones legislativas y gobernativas, era la encargada de resolver todas las cuestiones que afectaban a la supervivencia de la población.

Los saharauis nunca habían sido gobernados por una fuerza extranjera, habían sido valerosos guerreros que mantenían su territorio inaccesible a los invasores extranjeros y protegían las caravanas comerciales que lo atravesaban.

Los sultanes de Marruecos nunca  reclamaron al Sahara como parte de sus territorios y la historia lo confirma: en una carta fechada  el día 30 de mayo de 1767 dirigida al rey Carlos III, el sultán alauita Mohamed bin Abdullah reconoció formalmente no tener  autoridad ni poder al sur del río Nun.

El 1de marzo 1799 en un acuerdo firmado con España, el Sultán Mulay Suleiman también reconoció no tener autoridad ni poder sobre el Saguia, el Hamra y Río de Oro.

Con el ingreso en 1955 de España en las Naciones Unidas se comprometió a someterse a los principios del organismo en materia de descolonización.

En 1956 Marruecos se independizó y comenzó a reclamar el Sahara Occidental como parte de su "Gran Marruecos"  que abarcaba también Mauritana y parte de Argelina.

 

El 14 de enero de 1958 España, temerosa de perder su colonia, declaró al Sahara occidental "una provincia Española".

En 1963, el comité especial de descolonización de las naciones unidas incluyó  el Sahara como una de las regiones a las que se debía aplicar el proceso de descolonización. Dos años después,  la ONU proclamó el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, y en 1966 una nueva resolución pide a España la celebración de un referéndum por dicha causa.

En 1968 España otorgó la independencia a Guinea Ecuatorial negando tal derecho al pueblo Saharaui. En el mismo  año se creó  la organización  de vanguardia de liberación del Sahara (OLVS) fundada por Sidi Brahim Basiri que propugnó una solución negociable con el gobierno Español.

El gobierno Español convocó a los Notables saharauis en 1970 a una concentración  para demostrar a la prensa la lealtad de los saharauis  a España. Esta concentración se convirtió en una gran manifestación de los nacionalistas saharauis bajo el liderazgo de Sidi Brahim Basiri y  terminó con un saldo de decenas de muertos y detenidos entre los cuales se encontraba  el propio Basiri.

El 10 de mayo se fundó el Frente de Liberación  del Sagia, el Hamra y Rio de Oro (conocido como el Frente Polisario), diez días más tarde se produjo el desencadenamiento de la lucha armada del pueblo saharaui, siendo su primera acción el puesto militar  Español del Janga.

 

En 1974 España anunció sus planes para conceder mayor autonomía a los saharauis y celebrar un referéndum durante la primavera de 1975. Marruecos se opuso con fuerza al proyecto manifestando claramente sus ambiciosos planes anexionistas. Ante las protestas de Marruecos, la ONU propuso llevar el caso al Tribunal internacional de la Haya. En septiembre 1975 se emitió el dictamen que condenó las pretensiones de Marruecos y Mauritania sobre el Sahara Occidental.

 

El 6 de noviembre del mismo año, el rey de Marruecos  organizo la llamada "marcha verde"; unos 350.000 ciudadanos cruzaron la frontera del Sahara Occidental. Ante las cámaras de televisión se mostró el carácter pacifico de  esta marcha cuando días atrás, concretamente 31 de octubre, más de 25000 soldados marroquíes armados con toda su artilleria, sus tanques y su aviación habían invadido la tierra del Saguia, el Hasmra y Río de Oro asesinando niños, mujeres y ancianos indefensos, destruyendo ciudades y aldeas.

El 14 de noviembre de 1975 se firmaron los acuerdos tripartitos de Madrid entre Marruecos, España y Mauritana donde se estableció la división del Sahara Occidental.

El 26 de febrero de 1976 los últimos Soldados Españoles abandonaban  el Sahara, el día anterior a que se proclamara la República Árabe Saharaui Democrática.

La población Saharaui atrapada entre los fuegos de los ejércitos marroquí y mauritano, huyó  aterrada y desorientada para encontrar refugio mas allá de la frontera argelina. Los pocos guerrilleros saharauis con sus escasas armas tuvieron que llevar a cabo tres arduas tareas: evacuar a los civiles y enfrentar a dos  poderosos ejércitos que estaban asesesorados por oficiales extranjeros. En las batallas libradas por los guerrilleros Saharauis fueron  aniquilados y capturados centenares de soldados  así como un enorme arsenal bélico y  decenas de ciudades fueron liberadas.

En 1979, con Mauritania derrotada y su economía seriamente dañada, ésta fue obligada a firmar un acuerdo de paz con el Frente Polisario  renunciando a sus pretensiones en el territorio. Al mismo tiempo, Marruecos materializó  la ocupación de esta región con ayuda de  E.U.A y Francia.

Los combates no cesaban en torno a las grandes ciudades del Sahara. Ante la incapacidad de las tropas marroquíes de seguir resistiendo los feroces ataques de los guerrilleros Saharauis, Marruecos con ayuda de sus aliados construyó entre 1980 y 1987 una inmensa línea de fortificaciones con dispositivos de detección electrónica constituidos por radares atravesando todo el territorio del Sahara y protegiendo a lo largo de más de 2000km los yacimientos de Bukraa , Aiun Samara  y Dajla.

Los guerrilleros saharaui emplearon una nueva estrategia  basada en la guerra de desgaste, realizando ataques relámpagos  en el lugar y momento oportunos para atacar al enemigo con la intención de desmoralizarlo en sus posiciones estables.

La victoria de la República Árabe Saharaui Democrática  en el campo diplomático basada en el reconocimiento de más de 61 países  y su ingreso en la OUA (Organización de Unidad Africana) como miembro de pleno derecho así como la derrota militar de Marruecos en el campo de batalla, obligaron al rey Hasan II a aceptar el plan de paz elaborado por la ONU y la OUA : el cual planeaba el alto al fuego  y el establecimiento de una comisión internacional que organizaría  un referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui.

 

En 1989 comenzaron las conversaciones en mitad de grandes diferencias, el Frente Polisario sostenía que la base del censo  para la celebración de la consulta debía ser el censo Español de 1974, mientras que Marruecos  exigía incluir  a todos los habitantes del territorio que en su mayoría  eran colonos que llegaron con la marcha verde durante la invasión del Sahara.

 

El 6 de septiembre entró en vigor el alto al fuego que fue respetado por las dos partes. En 1991, se publicó el primer censo electoral con 86000 votantes que fue completado en el año 2000. Marruecos no obstante continuó obstaculizando la celebración de esta consulta, lo único que le interesaba era acallar las armas de los saharauis.

En 2003 el enviado especial de la ONU, antiguo secretario de estado norteamericano James Baker,  propuso un plan de paz que  incluía una amplia autonomía para el Sahara Occidental dentro de Marruecos como fase previa ala celebración de un referéndum sobre el futuro del territorio. Marruecos volvió a rechazar la oferta , negándose a toda solución que pudiera conducir a la autodeterminación del pueblo Saharaui con el único objetivo de mantener la marroquinidad del Sahara.  El consejo de seguridad de las naciones unidas  continuó postergando la misión de la  MINURSO (Misión internacional para la organización del referéndum en el Sahara Occidental) incapaz de obligar a Marruecos a someterse  a las exigencias de la comunidad internacional debido al respaldo incondicional y ciego de  de algunas potencias mundiales representadas en el organismo.

A medida que transcurre el tiempo el mundo va conociendo la realidad del conflicto.

Los ciudadanos saharauis en las zonas ocupadas cada día se siguen manifestando en las calles, a pesar de las torturas y represiones, exigiendo su derecho a la autodeterminación. Mientras, los refugiados en los campamentos de Tinduf continúan resistiendo en el seno de su estado fundado en el exilio con sólidas instituciones, dispuestos a seguir luchando hasta la ultima gota  de sangre

 

                Abdurrahaman  Boudda 


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